martes, 21 de octubre de 2008
La privatización de Pemex. Consumatum est.
domingo, 19 de octubre de 2008
¿Qué hacer con la economía? Escuchen a Krugman.
La Hora de la Política Fiscal
Por Paul Krugman.
El Dow Jones se dispara; no, se desploma; no, se dispara; no, se...
No importa. Mientras el maniacodepresivo mercado de valores domina los titulares, la historia más importante son las lúgubres noticias que llegan sobre la economía real. Ahora está claro que rescatar a los bancos es sólo el principio: la economía no financiera tiene también una desesperada necesidad de ayuda.
Y para proporcionar esa ayuda vamos a tener que dejar de lado algunos prejuicios. Está políticamente de moda despotricar contra el gasto estatal y pedir responsabilidad fiscal. Pero ahora mismo, un mayor gasto estatal es justo lo que el doctor receta, y las preocupaciones sobre el déficit presupuestario deben ser dejadas en suspenso.
Antes de que llegue a eso, hablemos de la situación económica.
Esta misma semana hemos sabido que las ventas minoristas se han caído por un precipicio, al igual que la producción industrial. El desempleo está a niveles de una brusca recesión y el índice de manufacturas de la Fed de Filadelfia está cayendo a su ritmo más rápido en casi 20 años. Todos los síntomas apuntan a un desplome económico que será feo, brutal y largo.
¿Cómo de feo? La tasa de desempleo está ya por encima del 6% (y mediciones más amplias de subempleo están en cifras de dos dígitos). Ahora es virtualmente seguro que la tasa de desempleo se irá por encima del 7%, y bastante posiblemente por encima del 8%, haciendo de ésta la peor recesión en un cuarto de siglo.
¿Y cómo de largo? En realidad podría ser muy largo.
Piensen lo que sucedió en la última recesión, la que siguió al estallido de la burbuja tecnológica de finales de los noventa. A primera vista, la respuesta de las autoridades políticas a esa recesión parece una historia de éxito. Aunque se habían extendido los temores de que Estados Unidos experimentara una década perdida al estilo japonés, eso no ocurrió:
Pero lo cierto es que estuvimos pareciendo japoneses por un buen rato: la Fed lo pasó mal hasta lograr darle empuje a
Ahora le ha llegado el turno de estallar a la burbuja inmobiliaria, dejando el paisaje financiero lleno de restos desparramados. Incluso si los esfuerzos en marcha para rescatar el sistema bancario y descongelar los mercados de crédito funcionan -y aunque todavía es pronto, los primeros resultados han sido decepcionantes-, es difícil imaginarse una recuperación inmobiliaria en algún momento próximo. Y no parece obvio que haya otra burbuja esperando su turno. Así que a la Fed va a resultarle todavía más difícil esta vez darle empuje a la economía.
En otras palabras, no hay mucho que Ben Bernanke pueda hacer por
Del otro lado, hay mucho que el Gobierno federal puede hacer por
Y éste es también un buen momento para embarcarse en algunas inversiones en infraestructuras importantes, que el país necesita miserablemente en cualquier caso. El argumento habitual contra las obras públicas como estímulo económico es que tardan demasiado: para el momento en que consigues reparar ese puente o mejorar aquella línea de ferrocarril, el desplome económico ha quedado atrás y ya no hace falta el estímulo. Pues bien, ese argumento no tiene valor ahora, en la medida en que las probabilidades de que este frenazo se supere pronto son virtualmente nulas. Así que pongamos esos proyectos en marcha.
¿Hará
Si Barack Obama se convierte en presidente, no tendrá el mismo movimiento reflejo de oponerse al gasto. Pero tendrá que enfrentarse en Washington a un coro de personas a su alrededor diciéndole que tiene que ser responsable, que los grandes déficits que el Gobierno tendrá el año próximo si hace lo correcto son inaceptables. Obama debe ignorar ese coro.
Lo responsable, ahora mismo, es darle a la economía la ayuda que necesita. No es momento de preocuparse por el déficit.
viernes, 10 de octubre de 2008
El Nobel de literatura a un francés: Jean Marie Gustave Le Clézio
A continuación una lista de los ganadores del Premio Nobel de literatura con vínculos a los archivos del New York Times.
Le Procès-verbal (El atestado); La Fièvre (La fiebre); Le Déluge (El diluvio); L'Extase matérielle; Terra Amata; Le Livre des fuites (El libro de las huidas); La Guerre; Lullaby; Haï; Mydriase; Les Géants; Voyages de l'autre côté; Les Prophéties du Chilam Balam (Las profecías de Chilam Balam); Vers les icebergs (Ensayo sobre Henri Michaux); Mondo et autres histoires; L'Inconnu sur la Terre; Désert (Desierto); Trois villes saintes; La Ronde et autres faits divers; Relation de Michoacán; Le Chercheur d'Or; Diego et Frida; Voyage à Rodrigues; Le Rêve mexicain ou la pensée interrompue (El sueño mexicano o el pensamiento interrumpido); Le printemps et autres saisons; Onitsha; Étoile errante; Pawana; La Quarantaine; Le Poisson d'or; Gens des nuages; La Fête chantée; Hasard (seguido de Angoli Mala); Cœur Brûle et autres; Romances; Révolutions; L'Africain (El africano); Ourania; Ritournelle de la faim.
2005 Harold Pinter Pinter Wins Nobel for Dramas of Ominous Power Struggles Harold Pinter Excerpts
2004 Elfriede Jelinek Austrian Writer of Sex, Violence and Politics Wins Nobel Excerpts From Novels
2003 J. M. Coetzee Coetzee, Writer of Apartheid as Bleak Mirror, Wins Nobel Chronicling Life Perched on a Volcano's Edge as Change Erupts Featured Author: J. M. Coetzee
2002 Imre Kertész Hungarian Novelist Wins Nobel Prize in Literature Excerpts From Novels by Imre Kertesz
2001 V. S. Naipaul Nobel in Literature Goes to Naipaul, an Explorer of Exile A Nobel for Mr. Naipaul
2000 Gao Xingjian A Chinese-Born Writer Is Winner of the Nobel Sudden Fame on a Quest for Freedom
1999 Günter Grass Günter Grass Wins Nobel Prize for Literature Polemical Prize Featured Author: Günter Grass
1998 José Saramago Nobel in Literature Goes to José Saramago A Writer With an Ear for the Melody of Peasant Speech
1997 Dario Fo Italy's Barbed Political Jester, Dario Fo, Wins Nobel Prize Using Puns and Pratfalls to Lob Satirical Grenades
1996 Wislawa Szymborska Polish Poet, Observer of Daily Life, Wins Nobel
1995 Seamus Heaney Seamus Heaney, Poet, Wins the Nobel Prize An Irishman Reflecting on Mankind's Strivings Featured Author: Seamus Heaney
1994 Kenzaburo Oe Nobel in Literature Goes to Kenzaburo Oe of Japan
1993 Toni Morrison Toni Morrison Is '93 Winner of Nobel Prize in Literature Lifting the Memory of Slavery Into the Realm of Myth
1992 Derek Walcott Walcott, Poet of Caribbean, Is Awarded the Nobel Prize
1991 Nadine Gordimer Nadine Gordimer Is Winner of Nobel Prize in Literature A Chronicler of a Land of Strangers
1990 Octavio Paz Octavio Paz, Mexican Poet, Wins Nobel Prize Laureate Assessed by Man Who Knows Him Best
1989 Camilo José Cela Camilo Jose Cela Wins Nobel Prize; Spaniard Broke Taboos in the 40's Spanish Think of Cela as a TV Iconoclast Rather Than a Writer
1988 Naguib Mahfouz Nobel Prize in Literature Awarded To an Arabic Writer for First Time From 'Balzac of Egypt,' Energy and Nuance
1987 Joseph Brodsky Exiled Soviet Poet Wins Nobel Prize in Literature Brodsky's Nobel: What the Applause Was About
1986 Wole Soyinka Soyinka, Nigerian Dramatist, Wins Nobel Literature Prize Writer Says Colleagues Share Spirit of Award
1985 Claude Simon Claude Simon of France Wins the Nobel Prize in Literature Nobel Panel's Pick Keeps Cognoscenti Guessing
1984 Jaroslav Seifert Jaroslav Seifert, Czech Poet, Wins Nobel Literature Prize Little-Known in U.S., Nobel Poet Praised Here
1983 William Golding Briton Wins the Nobel Literature Prize Author Whose Works Defy Normal Labeling
1982 Gabriel García Márquez García Márquez of Colombia Wins Nobel Literature Prize Storyteller With Bent for Revolution: Gabriel García Márquez
1981 Elias Canetti Writer of Central Europe Wins Nobel Prize Cosmopolitan in Tradition of Goethe
1980 Czeslaw Milosz Polish Poet in U.S. Get Nobel in Literature Poet, Exile, Laureate
1979 Odysseus Elytis Elytis, Greek Lyric Poet, Is Given the Nobel Award for Literature PDF document A Lyric, Poetic Greek Voice That Has a Special Texture PDF document
1978 Isaac Bashevis Singer Nobel Prize to I. B. Singer Text of the Nobel Lecture by Isaac Bashevis Singer Featured Author: Isaac Bashevis Singer
1977 Vicente Aleixandre Nobel Prize Is Awarded to Little-Known Spanish Poet PDF document Modern Poets Owe Much to Work of Aleixandre and His Colleagues PDF document
1976 Saul Bellow Saul Bellow Chosen as Nobel Laureate; Award Brings U.S. a Sweep of Honors PDF document Novelist Deals With Jews in America; Bellow's Theme: Jewish Romance With America PDF document Featured Author: Saul Bellow
1975 Eugenio Montale Montale, a Poet, Awarded Nobel Prize for Literature PDF document Eugenio Montale: Ascending; The Guest Word PDF document
1974 Eyvind Johnson, Harry Martinson Two Swedish Writers Get the Nobel Prize Author Favors Choice PDF document
1973 Patrick White Nobel for U.S. Economist; Australian Writer Chosen; Economist and Writer Get Nobel Prizes PDF document Novels Full of Life; White Reflects Love-Hate Feeling for Australia Typical of Country's Artists Late, Recognition Joined the R.A.F. PDF document
1972 Heinrich Böll Heinrich Boll, 54, a West German Novelist, Wins the Nobel Prize for Literature PDF document A National Writer; Heinrich Theodor Boll PDF document
1971 Pablo Neruda Neruda, Chilean Poet-Politician, Wins Nobel Prize in Literature PDF document A Latin Walt Whitman; Neruda Poetry, Too, Found to Reject Dominance of an Impoverished Europe PDF document
1970 Aleksandr Solzhenitsyn Unpublished at Home; Aleksandr Isayevich Solzhenitsyn PDF document Soviet Writers Union Criticizes Nobel Prize Given Solzhenitsyn PDF document Solzhenitsyn's Vision of Man's Adaptability PDF document Featured Author: Aleksandr Solzhenitsyn
1969 Samuel Beckett Beckett Wins Nobel for Literature Playwright-Novelist Acclaimed for Lifting Man From Despair PDF document Beckett Accepts Nobel; Refuses to Attend Rite PDF document A Poet Who Has Seen Hell; Of Samuel Beckett PDF document
1968 Yasunari Kawabata Nobel for Literature Won by a Japanese PDF document In Literary Mainstream; Yasunari Kawabata PDF document
1967 Miguel Angel Asturias Guatemalan Author of Anti-U.S. Works Wins Nobel Prize PDF document Writer and Diplomat; Miguel Angel Asturias PDF document
1966 Samuel Agnon, Nelly Sachs 2 Jewish Writers Win Nobel Prize; $60,000 Literature Award to Be Shared by Shmuel Agnon and Nelly Sachs PDF document Appraisals of Agnon and Sachs; Each Nobel Winner Has a Unique Mode of Expression PDF document
1965 Mikhail Sholokhov Nobel Prize Is Won by Soviet Novelist PDF document Sholokhov Proud of Role as 'Soviet' Nobel Winner PDF document
1964 Jean-Paul Sartre Sartre Awarded Nobel Prize, but Rejects It; Existentialist Thinks His Writings Would Be Compromised $53,000 Will Revert to Fund, Swedish Academy Says PDF document
1963 Giorgos Seferis Nobel Prize Won by a Greek Poet; Tribute Is Paid to Lyricism of Giorgos Seferiades PDF document
1962 John Steinbeck Steinbeck Wins Nobel Prize For His 'Realistic' Writing; He Is the Sixth American to Receive Literature Award Since 1900 PDF document Evaluating an Author's Vision of the Thirties PDF document
1961 Ivo Andric Yugoslav Author Wins Nobel Prize; Dr. Ivo Andric Honored for 'Epic Force' of His Work PDF document His Story Is Yugoslavia; Ivo Andric PDF document
1960 Saint-John Perse Saint-John Perse, French Poet, Wins Nobel Prize for Literature PDF document
1959 Salvatore Quasimodo Nobel Award Was Disclosed Day Early by Laureate, Salvatore Quasimodo PDF document Quasimodo Literary Appreciation of a Prize Winner; Quasimodo: Prize Winner PDF document
1958 Boris Pasternak Nobel Prize Goes to Pasternak; Russian's 'Zhivago' Still Unpublished in Soviet Union PDF document Writers in Soviet Expel Pasternak; Nobel Prize Winner Scored as Pawn in Cold War PDF document Author Tells Swedes He Cannot Accept Nobel Literature Award PDF document
1957 Albert Camus Nobel Prize-Winner Camus: A Man Committed Yet Aloof PDF document Albert Camus Wins Nobel Letters Prize PDF document
1956 Juan Ramón Jiménez A Spanish Writer Gets Nobel Prize; Jimenez, 74, Lives in Exile in Puerto Rico--Noted for Lyrical Poetry Odes to His Donkey Wife's Illness Saddens Him PDF document
1955 Halldór Laxness Icelandic Novelist Wins Nobel Prize PDF document
1954 Ernest Hemingway 54 Nobel Prizes Awarded by King; Hemingway, Unable to Attend in Stockholm, Asserts That Writing Is a Lonely Life PDF document Audio: Ernest Hemingway: The Nobel Prize Acceptance Speech and a Talk About His Work Featured Author: Ernest Hemingway
1953 Winston Churchill Churchill Wins Nobel Prize, Puts Kipling and Shaw Higher PDF document Nobel Victors Served Peace Cause by Promoting Human Brotherhood PDF document
1952 François Mauriac Nobel Prize Is Given to Novelist Mauriac PDF document The Nobel Prize Winner PDF document
1951 Pär Lagerkvist 4 Nuclear Scientists, 2 American, and Author Receive Nobel Prizes PDF document The Nobel Prize Winner PDF document
1950 Bertrand Russell Faulkner Gets Nobel Prize; Bertrand Russell Is Honored PDF document
1949 William Faulkner Faulkner Gets Nobel Prize; Bertrand Russell Is Honored PDF document
1948 T. S. Eliot T. S. Eliot Receives 1948 Nobel Award; Poet Gets Prize in Literature PDF document
1947 André Gide Gide Gets Nobel Literature Prize PDF document
1946 Hermann Hesse Winners of 1946 Nobel Prizes Awarded by Swedish Academy PDF document Nobel Prize Winner PDF document
1945 Gabriela Mistral Winners of 1945 Nobel Prizes PDF document The 1945 Winner of the Nobel Award, Gabriela Mistral PDF document
1944 Johannes V. Jensen The Story of a Nobel Prize Winner PDF document
1943 No prize awarded.
1942 No prize awarded.
1941 No prize awarded.
1940 No prize awarded.
1939 Frans Eemil Sillanpää Nobel Prize Given to Finnish Writer PDF document
1938 Pearl Buck Pearl Buck Wins Nobel Literature Prize; Third American to Get the Swedish Award PDF document
1937 Roger Martin du Gard
1936 Eugene O'Neill Gustav Presents Nobel Prizes to 3; Awards to O'Neill, Saavedra Lamas and Von Ossietzky Bestowed in Absentia PDF document
1935 No prize awarded.
1934 Luigi Pirandello Luigi Pirandello Wins Nobel Prize; Italian Playwright's General Contribution to Literature Is Basis of Award PDF document Wit and Wisdom in Pirandello; Italy's Winner of the Nobel Prize for 1934 Considered as Novelist, Playwright and Philosopher Luigi Pirandello PDF document
1933 Ivan Bunin Nobel Prize Goes to Bunin, Russian; Short-Story Writer and Poet, Exile in France, Is First of His Nation to Get Award PDF document Ivan Bunin, Nobel Prize Winner; The Art and Personality of the Russian Emigre to Whom This Year's Award for Literature Has Been Given PDF document
1932 John Galsworthy Four Nobel Prizes Presented by King; but John Galsworthy, Author, Is Unable to Go to Sweden Because of Illness PDF document
1931 Erik Axel Karlfeldt Nobel Prize Awarded to Dead Swedish Poet; The Honor for Literature Goes to Karlfeldt PDF document
1930 Sinclair Lewis Nobel Prize Goes to Sinclair Lewis PDF document Sinclair Lewis Hits Old School Writers, Champions the New; In Speech Accepting Nobel Prize in Stockholm, Author Denounces Academicism PDF document
1929 Thomas Mann Thomas Mann, Winner of the Nobel Prize for Literature PDF document
1928 Sigrid Undset Mme. Sigrid Undset Wins Nobel Prize; She Is Third Norwegian Author to Receive Coveted Honor for Literature PDF document
1927 Henri Bergson
1926 Grazia Deledda
1925 George Bernard Shaw
1924 Wladyslaw Reymont
1923 William Butler Yeats Nobel Prize Awarded to William B. Yeats; Free State Senator Has Long Been Distinguished as an Irish Poet and Playwright PDF document
1922 Jacinto Benavente Nobel Prize for Einstein; Benavente, Spanish Dramatist, Gets Literary Section Award PDF document
1921 Anatole France Anatole France, Nobel Prize Winner PDF document
1920 Knut Hamsun Nobel Prize to Hamsun PDF document
1919 Carl Spitteler
1918 No prize awarded.
1917 Karl Gjellerup, Henrik Pontoppidan Danes Get Nobel Prize PDF document
1916 Verner von Heidenstam
1915 Romain Rolland
1914 No prize awarded.
1913 Rabindranath Tagore Tagore: The Winner of the Nobel Prize Compared to Walt Whitman PDF document
1912 Gerhart Hauptmann Nobel Prize to Hauptmann PDF document
1911 Maurice Maeterlinck Awarded to Maeterlinck PDF document
1910 Paul Heyse
1909 Selma Lagerlöf
1908 Rudolf Eucken
1907 Rudyard Kipling Nobel Prize for Kipling PDF document
1906 Giosuè Carducci Nobel Prize for Carducci PDF document
1905 Henryk Sienkiewicz
1904 Frédéric Mistral, José Echegaray
1903 Bjørnstjerne Bjørnson The Nobel Prizes PDF document
1902 Theodor Mommsen
1901 Sully Prudhomme
domingo, 5 de octubre de 2008
Plácido Domingo en Chichén Itzá o La noche de los juglares.
Me resultó imposible estar en la península y no hablar del "evento del siglo" como han querido sus organizadores hacer aparecer la presencia del tenor español -bien querido por todos- en el espléndido sitio que escogieron los Itzaes para su centro ceremonial por excelencia hace poco más o menos mil doscientos años. Ambos, el tenor de indudable talento y bien ganada fama, y el sitio arqueológico de Yucatán, están bien considerados como patrimonio cultural del mundo porque lo son y aunque en muy distintas categorías -uno como la voz del presente con todo lo que de efímera por naturaleza tiene y el otro como la voz sempiterna del pasado con el soporte de su trayecto milenario-, los dos merecen el aprecio, el reconocimiento y el aplauso de nosotros mortales comunes amantes de lo bello. Hasta aquí, ¡bravo!
Pero de ahí a que un grupo de vivales quiera cogerse de la fama del uno y del otro para, en mezclándolos y superponiéndolos, vendérnoslos en conjunto como la octava maravilla del universo y hacernos creer que estamos frente a algo sobrenatural, "memorable e irrepetible", digno de la aceptación unánime y generalizada, de la admiración acrítica y de nuestra genuflexión reverente, hay una gran distancia y yo, modestamente, no estoy dispuesto a recorrerla. He aquí mi opinión políticamente incorrecta.
El concierto pasado por agua que presenciamos, musicalmente hablando, fue un fiasco. El desempeño por parte de TODOS los participantes (quizá con la respetable excepción de la joven soprano portorriqueña Ana María Martínez quien lució con su juventud, su magnífico timbre y volumen de voz) fue menos que mediocre. Y no es para más, habida cuenta del castigo feroz que impuso a protagonistas y público en general, en señal de protesta por la irrupción, Cháak, el dios maya de la lluvia. ¿En qué cabeza cabe que una orquesta sinfónica, con todas sus cuerdas, maderas y alientos, pueda tocar razonablemente afinada con una humedad relativa del 100% y con el chipi-chipi de una lluvia que no cedió del todo en buena parte del concierto? Pero bueno, podría decirse que ante una contingencia de esas -previsible por cierto en la región en esta época del año- el buen ánimo y la emoción protagónica podrían suplir lo que natura por obra del supremo retira de la escena.
Pero no, mi opinión es que no se llegó a eso. Plácido Domingo y Manzanero actuaron eso sí como lo que son, experimentados juglares atentos a la manipulación del público ricachón, sensiblero -ramplón por decir lo menos- e ignorante que tuvieron en frente (desde luego que hay, hubo y habrá siempre excepciones). Ninguno de los dos, principalísimos actores del concierto, dieron lo que podían. No sé si hayan querido, pero no lo hicieron. La orquesta, pobrecita, ahogada en el torbellino que les llegó del mar Caribe. El director concertador deplorable y sin ensayo. Los chiquillos del coro, de paseo aleccionador. La acústica -como era de esperarse, aunque pudo subsanarse con otra configuración escénica- infame. El mariachi, ni pa' la Plaza de Garibaldi. Y finalmente el programa musical, de la peor ralea: ¿quién le dijo a Plácido que podía imitar impunemente a Vicente Fernández? Y, ¿para qué competir con él? Si haciendo lo que es suyo le hubiera podido ir mucho mejor.
Sólo Chichén, impasible en este triste recodo de su historia, sin pedirle nada a nadie, salió airoso de la prueba. Ahí, en el fondo, majestuoso y digno, lloró su pena de ver tanto desmán y tanta farsa. "Así fue -entre sí se dijo- como empezó la declinación y caída de quienes me construyeron... Así, de esta misma forma..." Lloró Chichén y con él lloramos otros -algunos- también.
Había en el coso tal vez unas seis mil personas (cuando mucho porque innumerables localidades estaban desocupadas, quizá por la lluvia). De ellas, con boleto pagado, a lo más la mitad. Conozco periodistas a los que les ROGARON su asistencia con boletos de regalo hasta para las abuelas (materna y paterna) y en primerísimas filas, no faltaba más. Algunos presuntuosos que ocuparon las filas delanteras, no muchos, pagaron su boleto. Otros muchos, facinerosos conocidos vestidos con sus mejores galas, entraron de gorra, como suelen hacerlo. Fueron muchos de los llamados invitados especiales. En suma, el costo del evento que Plácido se negó a cuantificar argumentando que el "arte no tiene precio", no se cubre ni de relajo. ¿Quién paga la fiesta? Los de siempre. Los contribuyentes, por supuesto. Y el gran público sufrido de Yucatán y de México que no tiene ni educación, ni salud, ni empleo, ni comida para los suyos.
Y todo eso ¿a cambio de qué? De la promoción internacional de Chichén, se dijo. Jo-jo. Véase la triste cobertura que tuvo el evento en los periódicos, no se diga del mundo, sino siquiera del país. Si tal vez hubieran tenido la gracia de transmitir en directo por TV nacional. ¿Se enteraron los americanos, principal visitante de la región, del fastuoso acontecimiento? ¿Los franceses lo supieron? ¿Los británicos? ¿Los alemanes? ¿Los visitantes potenciales pues, lo registraron? Además, promoción ¿de qué? o ¿para quién? ¿Para Plácido o para Chichén? ¿Realmente requiere Chichén de semejante promoción, o se vuelve la promoción fingida negocio para los promotores, incluyendo a Televisa, siempre con cargo al erario público? Por poner un chico ejemplo, el DVD del evento que vendan los organizadores en $250 va a tener un costo de $2500 pesos por pieza. Vaya promoción. Vaya negocio. Resultado final, Plácido se fue complacido y a los de Chichén, ¡que les vaya bien!
Eso sí, un grupo de oportunistas, de farsantes y de malos gobernantes, podrán adornarse y saludar con sombrero ajeno. Con el sombrero del que paga, del único que nada reclama porque nada tiene y nada espera: el pueblo. Se llamarán a sí mismos los promotores de la cultura y del patrimonio nacional. Y pasarán por héroes de la patria. ¡Miserables!
Y servirá también para aquello que en el fondo buscaban quienes esto patrocinan: como distractor social. Así, por lo menos en el Yucatán de mis amores, no tenemos que seguir hablando del narcotráfico, del mal gobierno, de los secuestros cotidianos y de tanto desgraciado decapitado....
Hermosa foto de Carraol, para documentar nuestro optimismo.
viernes, 3 de octubre de 2008
"El Rescate de Wall Street": Versión gringa del FOBAPROA
Consultemos a los expertos. Ayer se aprobó el paquete de 700M millones de dólares para sacar a la banca norteamericana del caos en el que se encuentra. El caso se parece enormidades a lo que vivimos (en versión tercermundista) en México hace unos cuantos años. A diferencia de Zedillo, el instrumentador vernáculo de la medida de salvación chicana, Bush sí consultó a su Congreso el que, después de una tentativa de rebeldía de la Cámara baja que fué ahogada por los estertores del imperio, finalmente aprobó el megapaquete salvavidas. ¿Servirá realmente el uso de esa ingente suma de recursos para resolver los problemas del sistema financiero de los Estados Unidos? A continuación la opinión de un experto. Es Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía en 2001 y profesor de la Universidad de Columbia. Se trata de la versión publicada recientemente por El País, diario español, traducida por Maria Luisa Rodríguez Tapia.
Es "como hacer transfusiones masivas de sangre a un paciente que se desangra por hemorragia interna...."
"No hace falta ser un genio para comprender que el sistema financiero de
Estados Unidos -el sistema mundial, en realidad- está en una situación
caótica. Y ahora, después de que la Cámara de Representantes
estadounidense haya rechazado el plan de rescate de 700.000 millones de
dólares propuesto por el Gobierno de Bush, también es evidente que no
hay un consenso sobre cómo arreglarla.
Los problemas de la economía y el sistema financiero de EE UU son visibles desde hace años. Pero eso no impidió que las autoridades acudieran a las mismas personas que habían contribuido al caos, que no fueron capaces de ver los problemas hasta que estábamos al borde de otra Gran Depresión, y que se han dedicado a deambular de rescate en rescate,para pedirles que nos salven.
Mientras los mercados mundiales se desploman, el plan de rescate volverá, casi con seguridad, a someterse a votación en el Congreso. Puede que salven Wall Street, pero ¿qué pasa con la economía? ¿Qué pasa con los contribuyentes, ya agobiados por unos déficits sin precedentes y con facturas todavía impagadas para financiar unas infraestructuras deterioradas y dos guerras? En estas circunstancias, ¿puede salir bien cualquier plan de rescate?
Por supuesto, el plan de rescate recién derrotado (se refiere al escollo que sufrió el Plan Bush en la Cámara baja, antes de ser aprobado por el Senado y después por la propia Cámara de Representantes N. del B.)era mucho mejor que lo que proponía en un principio el Gobierno de Bush. Pero su enfoque de base seguía teniendo unos defectos fundamentales. Para empezar, se basaba -otra vez- en la economía del /trickle-down,/ del goteo: no se sabe cómo, si se daba suficiente dinero a Wall Street, acabaría llegando hasta las personas corrientes, beneficiaría a los trabajadores y los propietarios de viviendas. La economía del goteo no funciona casi nunca y no parece probable que vaya a ser distinto ahora.
Además, el plan suponía que el problema fundamental era de confianza. No hay duda de que eso es parte del problema; pero el origen está en que los mercados financieros concedieron unos préstamos basura. Había una burbuja inmobiliaria y se hicieron préstamos basados en unos precios inflados.
La burbuja ha estallado. Los precios de la vivienda seguramente bajarán aún más, así que habrá más ejecuciones hipotecarias y, por más que se infle el mercado, eso no va a cambiar. Los préstamos basura, a su vez, han creado en los balances bancarios enormes agujeros que habrá que reparar. Una acción de rescate del Gobierno que pague el precio justo por esos activos no ayudará precisamente a reparar el agujero. Al contrario, sería como hacer transfusiones masivas de sangre a un paciente que sufre una enorme hemorragia interna.
Aunque se pusiera rápidamente en marcha un plan de rescate -cosa que parece cada vez más improbable-, habría cierta contracción del crédito. La economía estadounidense se ha sostenido gracias a un auge del consumo alimentado por el préstamo excesivo (Nótese la similitud con lo que está pasando nuevamente en México. N. del B.), y eso se reducirá. Los Estados y los ayuntamientos están recortando gastos. Los balances domésticos son más débiles. Una desaceleración económica exacerbará todos nuestros problemas financieros.
Podríamos hacer más con menos dinero. Los agujeros de los balances de las instituciones financieras deberían repararse con transparencia. Los países escandinavos nos mostraron cómo, hace 20 años. Warren Buffet ha enseñado otra manera, al proporcionar capital a Goldman Sachs. Al emitir acciones preferentes con garantías (opciones), se reduce el riesgo de pérdidas del público y se garantiza que pueda participar en parte de los posibles beneficios.
Esta estrategia no sólo ha demostrado su validez sino que ofrece los incentivos y los medios para que se reanuden los préstamos. Evita la inútil tarea de intentar valorar millones de complejas hipotecas y los productos financieros, todavía más complejos, en los que están incrustadas, y resuelve el problema de las gangas: que el Gobierno se quede con los activos peores o más sobrevalorados. Por último, se puede poner en práctica mucho más deprisa.
Al mismo tiempo, se pueden tomar varias medidas para disminuir las ejecuciones hipotecarias. En primer lugar, es posible hacer que la vivienda esté más al alcance de los estadounidenses de rentas bajas y medias convirtiendo la deducción por hipoteca en un crédito fiscal reembolsable. El Gobierno, en la práctica, paga el 50% del interés hipotecario y los impuestos sobre el patrimonio de los ciudadanos de rentas más altas, pero no hace nada por los pobres. En segundo lugar, es necesaria una reforma de las bancarrotas para permitir que los propietarios reduzcan el valor de su vivienda y permanezcan en sus casas. Tercero, el Gobierno podría hacerse cargo de parte de una hipoteca, aprovechando sus costes de préstamo inferiores.
Por el contrario, el enfoque del secretario del Tesoro estadounidense Henry Paulson es un ejemplo más de los juegos de trileros que han metido al país en este lío. Los bancos de inversiones y los organismos calificadores de crédito creían en la alquimia financiera, la idea de que era posible crear un valor importante a base de cortar y dividir valores. La nueva opinión es que es posible crear valor real descortando y desdividiendo, sacando esos activos del sistema financiero y poniéndolos en manos del Gobierno. Pero eso significa pagar un precio demasiado alto por los activos, y eso sólo beneficia a los bancos.
Al final, existen grandes probabilidades de que, si se acaba por aprobar un plan así, los contribuyentes estadounidenses se queden atrapados. En la economía del medio ambiente hay un principio básico que es "el que contamina, paga". Es una cuestión de justicia y de eficacia. Wall Street ha contaminado la economía con hipotecas tóxicas. Debería pagar la limpieza.
Existe cada vez más consenso entre los economistas de que cualquier rescate basado en el plan de Paulson no va a funcionar. De ser así, el enorme incremento de la deuda nacional y la conciencia de que ni siquiera 700.000 millones de dólares son suficientes para salvar la
economía estadounidense erosionarán la confianza aún más y agravarán su debilidad.
Pero, por otro lado, los políticos no pueden no hacer nada en una crisis semejante. Así que quizá tengamos que rezar para que un acuerdo elaborado con la misma mezcla tóxica de intereses especiales, una economía equivocada y unas ideologías de derechas que provocó la crisis pueda, de una u otra forma, producir un plan de rescate que funcione, o cuyo fracaso no haga demasiado daño.
Arreglar esta situación -incluido un nuevo sistema de regulación que disminuya la probabilidad de que vuelva a ocurrir una crisis como ésta- es una de las muchas tareas con las que se encontrará el próximo Gobierno"