domingo, 11 de enero de 2009

IZAMAL, Yucatán, "Pueblo Mágico".


Vista del convento franciscano, Siglo XVI, Izamal, Yucatán.


(Da cuenta de hechicerías malignas que ocurren en Izamal, Yucatán, México, Pueblo Mágico, en pleno siglo XXI)

Destrucción del patrimonio cultural en Izamal.
Por Rodolfo Menéndez y Ménendez

Izamal, entrañable cuna y mortaja de mis ancestros, está catalogado como un pueblo mágico. Lo es por virtud del programa nacional de la Secretaria de Turismo del gobierno federal mexicano, con el fin de reconocer el esfuerzo de los habitantes de ciertas poblaciones de la república por preservar su riqueza cultural e histórica, y lo es, ahora también y contradictoriamente, por efecto de la magia negra con que sus autoridades actuales destruyen y hacen desaparecer su patrimonio cultural. ¿Cuál de los dos pueblos mágicos prevalecerá?

En 1955 –hace ya más de medio siglo- después de varios años de esfuerzos de mucha gente valiosa y bien nacida, cuya tarea hoy no vengo a relatar, pero que es tema interesante para la historia izamaleña, se sembró el antecedente de la actual Biblioteca Regional, Antonio Menéndez de la Peña. Era presidente municipal una persona que quería a su terruño y a su gente: don Martiniano Ordóñez.

Fue en la vieja y humilde casa en que vivieron los ilustres educadores cubanos Antonio Menéndez de la Peña y su esposa, Ángela González Benítez, quienes en la segunda mitad del siglo XIX supieron trocar su sangre remediana en savia que nutrió al pueblo de Izamal que los acogió en su exilio con generosidad, siempre agradecida y reciprocada. Ahí, hace 53 años, atrás del Palacio Municipal, donde hoy opera el Jardín de Niños que lleva el nombre de Doña Ángela, se fundó e instaló la biblioteca del pueblo de Izamal y que tomó el nombre del maestro por virtud del legado que hizo del predio involucrado un nieto amoroso de aquellos maestros, Miguel Ángel Menéndez Reyes , ferviente izamaleño. Entonces medió la promesa formal de la autoridad municipal de proteger y fomentar la existencia y el funcionamiento de la nueva biblioteca.

Por avatares en cuya descripción hoy tampoco quiero aventurarme, pero que también integran la ya larga historia del acervo izamaleño, éste cambió de sede un par de veces antes de que en 1985 -treinta años después de su fundación y durante la presidencia municipal de don Remigio Lugo González- encontrara la que pensábamos sería su última y definitiva morada: el local que había servido al Colegio Civil de Niñas, inaugurado en 1907 y en donde por coincidencia feliz del destino agradecido, doña Ángela González de Menéndez de la Peña había ejercido sus dotes de acendrada educadora hasta el año de su muerte en 1918.

Pero nos equivocábamos de palmo a palmo quienes en ese entonces vimos con satisfacción la ocupación del nuevo local, idóneo para la biblioteca por su espacio, su ventilación, su claridad, mejorado y mantenido además, con esfuerzo y recursos otorgados por sucesivos gobiernos municipales que entendieron el valor cultural y educativo del faro de luz que representa una biblioteca, al pensar que esa sería la ubicación definitiva y que la tarea, a partir de entonces, se concentraría nada más en mantener y mejorar lo que había sido logrado hasta ese entonces. Nos equivocamos también quienes supusimos que administración tras administración, por tratarse de un proyecto de interés y arraigo en la comunidad, se transmitiría la estafeta de la continuidad institucional para hacer del esfuerzo pretérito el orgullo del porvenir.

Los diez mil volúmenes que llegó a tener la biblioteca, integrantes de su colección que fue constituyéndose con diversas aportaciones, la más importante de las cuales del gobierno federal, al convertirse la institución en biblioteca regional incorporada al Sistema Nacional de Bibliotecas, encontraban condiciones adecuadas para ofrecerse en servicio a un pueblo que nunca ha dejado de manifestar su sed de conocimiento. Del mismo modo, las características del espacio que era su sede, permitieron el enriquecimiento de la biblioteca por la incorporación de infraestructura de apoyo para la tarea educativa: 6 ordenadores, equipo de cómputo, y un módem ADSL que permitía el enlace con la red del Sistema Nacional de Bibliotecas y que fueron instalados hace menos de dos años, en el 2007, con fondos internacionales manejados por el Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE), obtenidos a través de CONACULTA, mediante convenio específico con la biblioteca.

Y la magia auténtica del pueblo de Izamal habría de convertirse en magia negra en el año 2008. La ruptura de la deseada continuidad institucional se habría de presentar. La angustia del sueño que se rompe por obra de la estulticia de un gobierno –sin ánimo de ofender a nadie pero sí de calificar con fundamento- torpe e ignorante, se nos ha venido encima.

Sin consultar a nadie, de espaldas a su Cabildo y a su población, los actuales funcionarios creyeron fácil destruir, para según ellos construir otro algo. Han destruido y están en proceso de seguirlo haciendo, el patrimonio cultural de los izamaleños, al despojar a la Biblioteca –que no es del ayuntamiento actual y mucho menos del primer edil, sino del pueblo- de su sede legítima.

Destruyen el patrimonio cultural de los izamaleños, al quitarle a la biblioteca municipal su identidad reconocida e históricamente fundamentada, refundiendo su acervo en la sede, totalmente inadecuada (no hace falta ser bibliotecario, es cosa de ir, verlo y comprenderlo), de la Casa de Cultura que lleva el nombre de otro ilustre izamaleño, pero ajeno al esfuerzo creativo que logró, al cabo de los años, la existencia de una biblioteca digna.

Destruyen el patrimonio cultural de los izamaleños, al tirar por la borda y convertir en virtual desecho, la infraestructura de apoyo mencionada anteriormente y que estaba adecuadamente instalada y funcionando en la vieja casona de la calle 31, objetivo central del atentado.

Destruyen en fin el patrimonio cultural de los izamaleños, al agredir, como ya lo hicieron, irreversiblemente, el acervo de la biblioteca; al dañar y perder, en un cambio caótico, libros y obras artísticas de valor histórico, teniéndose ya ejemplo de ello, según se determinará oportunamente.

Y esta pérfida tarea de destrucción y de despojo en detrimento del patrimonio cultural de Izamal, al amparo de una inaudita actitud prepotente que queda de manifiesto en la respuesta cínica que da el presidente municipal, Roberto Rodríguez Asaf, en entrevista reciente, a las preguntas del Diario de Yucatán, quiere conducirse con absoluta impunidad.

Pero que sepa el aprendiz de sátrapa que estará sujeto al juicio político y social de sus gobernados y muy probablemente también a la acción judicial correspondiente, de demostrarse los ilícitos que desde ya se prefiguran, por la insólita acción destructiva y de despojo que ha conducido. Y no sólo ello, sino que sepan también las víctimas, el pueblo despojado, que con su actitud y con sus acciones, el actual presidente municipal, pone en grave riesgo el bien ganado apelativo de Pueblo Mágico para Izamal, porque desvirtúa en su esencia el convenio de concesión, y arriesga también, prematuramente, la obtención del otro título que por tantos se ha venido procurando: el de la inclusión de nuestra noble Ciudad como Patrimonio Cultural de la Humanidad en la lista de la UNESCO, cuestión ésta que sería de gran justicia y de enorme conveniencia para Izamal, pero que hoy, por las evidencias que se han dado de la incompetencia de las autoridades actuales para preservar el patrimonio cultural ya logrado, queda lamentablemente en entredicho.

Vuelvo a preguntar: ¿Qué magia del pueblo de Izamal pervivirá? ¿La magia blanca y noble de su gente, o la magia negra de los hechiceros que pasan por sus autoridades actuales?




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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ojala los izamalenos despierten a esta realidad y reclamen su patrimonio cultural, exijan respeto a las raices y a la gente que ha creido y amado la educacion como medio de liberacion de la ignoracia, que si nos descuidamos puede llegar a reinar este pais magico.
Estamos contigo Izamal.
Julia Menendez Manzanilla
por la cultura y el respeto al conocimiento.

Anónimo dijo...

Sera necesario que las autoridades estatales y federales intervengan para evitar esta locura. Alguien tiene que hacer que el o los responsables entren en razón ¡No puede ser!

Desde Toluca, Estado de México.