Foto tomada de Art Knowledge News
Recientemente un grupo de investigadores del Instituto de Antropología e Historia, la Universidad norteamericana de Brigham (Young) y del Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, hicieron un hallazgo que a la vez de importante resulta de gran interés no sólo para la comunidad científica sino también para todos los interesados en la Cultura Maya.
En el proyecto de exploración de un yacimiento arqueológico en Chiapa de Corzo, en el estado de Chiapas, México, se ha descubierto, en una pirámide, la tumba de un dignatario maya cuya antigüedad se ha estimado en 2700 años aproximadamente. Restos óseos de cuatro personas, dos de los cuales ricamente ataviados con pedacería de jade y perlas, junto con utensilios de cerámica y otros objetos atesorables en su época fueron encontrados en el sitio, de origen Zoque.
De acuerdo a los investigadores la importancia de los hallazgos reside en que permitirá ajustar las cronologías del desarrollo maya y olmeca y facilitar la confirmación de que la utilización de pirámides, como precintos funerarios, es de fechas anteriores a lo normalmente aceptado por los científicos.
Este proyecto arqueológico en Chiapas es financiado por el gobierno de México a través del INAH y por la universidad citada por medio de la New World Archaeological Foundation, la National Geographic Society, la Comisión J. William Fulbright-García Robles y otros fondos privados.
Con base en los materiales de cerámica encontrados en el lugar, la fecha preliminar de la tumba ha sido establecida en el periodo Pre-Clásico medio, entre el 700 y el 500 AC., información que deberá ser corroborada por los métodos del carbono 14 y mediante pruebas de DNA.
Traducción de la fuente por el editor del Blog.
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