lunes, 12 de diciembre de 2011
viernes, 26 de agosto de 2011
Medio pan y un libro
Con motivo del reciente aniversario (18 de agosto) del asesinato del poeta, publico este hermoso y poco conocido discurso que un amigo me ha hecho llegar.
Discurso de Federico García Lorca al inaugurar la biblioteca de su pueblo
(31 de julio de 1931)
Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?
¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.
Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.
miércoles, 24 de agosto de 2011
CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD IMPIDEN QUE SE APLIQUE LA JUSTICIA EN MÉXICO
Tomado de:
Información Universitaria PROGRAMA DE VINCULACIÓN CON LOS EXALUMNOS
Información generada en la UNAM
• Conclusiones de la Segunda Encuesta Nacional de Cultura Constitucional: legalidad, legitimidad de las instituciones y rediseño del Estado, elaborada por expertos del Instituto de Investigaciones Jurídicas
• Más del 50 por ciento de los entrevistados considera que la situación del país empeorará dentro de un año
• Siete de cada 10, a favor de convocar un Congreso Constituyente para elaborar una nueva Constitución
• En una escala de calificación de 0 a 10, las universidades públicas son las mejor calificadas con 7.1, seguidas de los maestros y el ejército
Corrupción, impunidad e intereses extra-legales impiden que la justicia funcione en México, según los resultados de la Segunda Encuesta Nacional de Cultura Constitucional: legalidad, legitimidad de las instituciones y rediseño del Estado, elaborada por especialistas del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM. El estudio replica la primera encuesta al respecto levantada en 2003.
El análisis realizado indica que los tipos de relaciones establecidas desde hace tiempo entre el ciudadano y los gobernantes impiden el cumplimiento y respeto de las leyes, lo que ha implicado el deterioro de las instituciones y su legitimidad, cuya restauración requiere un rediseño del Estado.
Los mecanismos de control del sistema político como pactar, ceder, negociar y repartir espacios de poder, permean el campo de la legalidad y obediencia a la ley, en un sistema donde su cumplimiento puede tolerar o alentar altos niveles de impunidad.
La encuesta fue dirigida por el Héctor Fix-Fierro, titular del Instituto, y fue coordinada por la Julia Flores, responsable del Área de Investigación Aplicada y Opinión de la entidad universitaria, y con la participación de investigadores del IIJ, como Diego Valadés y Sergio López Ayllón, además de los expertos del Área de Investigación Aplicada y Opinión.
Metodología
La encuesta nacional se aplicó durante el mes de mayo a dos mil 208 personas de 15 años y más en sus viviendas. Tiene un nivel de confianza del 95 por ciento, con un error máximo de más/menos 2.85 puntos porcentuales. Para comparar los datos obtenidos, se dividió al país en cuatro regiones.
Panorama nacional
La situación actual del país es calificada como muy negativa por los entrevistados. Siete de cada diez expresaron que en relación con el 2010 empeoró, o sigue mal, y más de la mitad tiene perspectivas pesimistas para el próximo año. En 2003, fecha de la primera encuesta, la opinión tenía como referente el incremento de crímenes como el robo o el secuestro. Hoy, son la violencia generalizada y la delincuencia organizada.
Respecto a la situación política, casi la mitad de los participantes en 2003 y 2011 la describieron como preocupante; uno de cada seis, la calificó de peligrosa.
Sistema de Justicia
Los encuestados afirmaron que la justicia en México no funciona adecuadamente por la corrupción, la impunidad y la presencia de intereses extra-legales. Así, casi cinco de cada diez (47.7 por ciento) señalaron que su funcionamiento no es el idóneo y el 22 por ciento ubicó en la corrupción el problema principal en su impartición.
Casi seis de cada diez entrevistados (55.8 por ciento), afirmaron que los derechos humanos se respetan poco o nada en México.
La mitad valoró al amparo como medida de defensa legal poco efectiva frente al gobierno.
Seis de cada diez, señalaron que los juicios orales mejoran poco o algo la impartición de justicia en el país.
Constitución
Siete de cada diez entrevistados aprobarían la convocatoria de un Congreso Constituyente para elaborar una nueva Carta Magna.
Cinco de cada diez consideraron que la Constitución que tenemos actualmente ya no responde a las necesidades del país, principalmente quienes tienen más escolaridad y viven en la región centro.
Estado de Derecho y respeto a la ley
El 36.3 por ciento consideró que los políticos son quienes violan más las leyes, seguidos de los policías, con un 21.9 por ciento de opiniones desfavorables.
Con respecto a la aplicación de justicia por su propia mano el 51. 8 por ciento afirmó que los integrantes de una comunidad “no tienen derecho” a tomar en sus manos la aplicación de la justicia si un hombre comete un asesinato y las autoridades no actúan. En contraste, más de tres de cada diez creen que “si tienen el derecho” o lo tienen en parte.
Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial
Seis de cada diez encuestados están de acuerdo con la revocación del mandato presidencial, en caso de que el Ejecutivo infringiera la Constitución.
En la misma proporción, valoraron que en ocasiones es “bueno” para el país que el Congreso de la Unión se oponga a las medidas del Ejecutivo. Dos de cada diez, lo consideraron como “muy malo”.
El 51.7 por ciento calificó como positiva la mediación de la Suprema Corte de Justicia en conflictos entre los otros dos poderes.
Seguridad pública
Cerca de siete de cada diez entrevistados aprobaron la frase “en algunos casos no estoy dispuesto a apoyar las políticas del gobierno”, mientras que 28.7 por ciento estuvo en desacuerdo. El 75.7 por ciento consideró que debería transparentarse la información relacionada con la lucha contra el narcotráfico.
Un 54.8 por ciento respondió que se pueden respetar los derechos humanos en la lucha contra la delincuencia organizada. Por el contrario, tres de cada diez afirmaron que tales garantías no pueden observarse en esta tarea.
Nueve de cada diez rechazaron ser investigados sin orden judicial en su hogar o ser despojados de sus documentos personales; dos de cada tres, a permitir que escucharan sus conversaciones telefónicas.
El 57.1 por ciento consideró que los diputados deberían autorizar al presidente el uso de las fuerzas armadas para mantener la seguridad del país; el 66.3 por ciento aseveró que un toque de queda ayuda, o ayudaría en parte, a reducir la inseguridad.
Ocho de cada diez consideraron que la gente no está protegida contra el abuso de la autoridad, tanto en la encuesta del 2003 como en la actual.
Uno de cada tres manifestó temer más al robo con violencia, al 27. 2 por ciento le preocupó ser víctima del narcotráfico y dos de cada diez expresaron su miedo al abuso de las fuerzas de seguridad pública.
Confianza en actores políticos y sociales
En este rubro, en una escala de 0 a 10, las universidades públicas obtuvieron el promedio más alto, de 7. 1 puntos; seguidos por el ejército y los maestros; mientras que los partidos políticos, los diputados y la policía, ocuparon los últimos sitios de la escala.
Seis de cada diez personas consideraron que los gobernadores y los presidentes municipales hacen “poco” caso al ciudadano, mientras que poco más de la mitad cree que los jueces y magistrados incurren en la misma falta. En el caso del presidente de la República y los legisladores, dicho porcentaje se reduce a menos del 50 por ciento.
Reforma política
Al plantearse el escenario de una elección presidencial muy cerrada, cuatro de cada diez entrevistados opinaron que debería declararse ganador al partido con más votos; el 31.1 por ciento consideró pertinente una nueva elección entre los dos primeros lugares y el 23.7 por ciento eligió el recuento de votos.
En el tema de la reelección, más de la mitad rechazó la posibilidad de reelegir al presidente de la República, diputados, senadores, gobernadores o presidentes municipales.
Estado laico
En este aspecto, casi seis de cada diez personas expresaron estar “en desacuerdo” o “muy en desacuerdo” con que los ministros religiosos opinen de política durante sus servicios. El 60 por ciento se opuso a la enseñanza de religión en escuelas públicas.
Valores autoritarios y valores democráticos
Respecto a la pregunta “La libertad y la seguridad son valores que a veces pueden chocar, si tuviera que escoger uno, ¿con cuál se quedaría?”. Casi cuatro de cada diez entrevistados eligieron la seguridad frente a la libertad, principalmente, jóvenes entre 15 y 19 años, quienes cuentan con licenciatura completa y habitantes del centro-occidente y el centro del país.
En contraste, más de tres de cada diez entrevistados se decidieron por la libertad. Casi dos de diez escogieron, espontáneamente, “ambos”.
Federalismo
Casi la cuarta parte de los entrevistados cree que los gobiernos de los estados deberían quedarse con la mayoría de los impuestos. Una tercera parte de los encuestados expresó que deben repartirse por partes iguales; mientras que uno de cada seis considera que debe ser el gobierno federal; uno de diez considera que los impuestos deben repartirse de forma proporcional.
La mitad de las personas entrevistadas cree que los servicios que proporciona el gobierno no corresponden con lo que se paga de impuestos. Un veinte por ciento considera que sí corresponden y el veinticinco por ciento expresó que sí corresponden, en parte, a lo que se paga de impuestos.
Información e interés en los asuntos públicos
La televisión, tanto en 2003 como en 2011, es el medio de comunicación más utilizado para informarse de los asuntos públicos: aproximadamente siete de cada diez entrevistados seleccionaron esta opción.
Existe un bajo nivel de interés por los temas que se discuten en el Congreso de la Unión. En general, la atención hacia estos temas disminuyó del 2003 (cuarenta por ciento) al 2011 (cincuenta por ciento).
La encuesta se encuentra disponible en la página del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM: http://www.juridicas.unam.mx/invest/areas/opinion/doc/EncuestaConstitucion.pdf
miércoles, 17 de agosto de 2011
CADENA de las GLORIETAS en Mérida, Yucatán
El propósito de la "CADENA DE LAS GLORIETAS" es, como lo ha sido en otros eventos, el de expresar una pacífica pero vigorosa PROTESTA por la represión vivida el 4 de julio a manos del gobierno de la ciudad. Se pueden abrazar muchas causas, pero ese es el tema central de esta "CADENA". No es una lucha entre verdes y azules, no es el PAN contra el PRI, no son los buenos contra los malos, no es una lucha de "castas" -como lo han sugerido algunos-, no es el Norte contra el Sur de la Ciudad, no son los ricos contra los pobres.... Todas esas son polarizaciones que convienen al gobierno represor y por eso las fomenta. Esos son sus argumentos y sus desvíos....La "CADENA" que se está organizando será una MANIFESTACIÓN en contra de la violencia por parte del gobierno en contra de ciudadanos, será una MANIFESTACIÓN en contra de la represión.... Ojalá no lo olvidemos.
......
Luego de la convocatoria lanzada por el Sociólogo José Luis Sierra , en las redes sociales para la organización de lo que han llamado la “ cadena de las Glorietas” se ha avanzado en la parte operativa. Esta actividad de resistencia cívica se realizaría el SÁBADO 24 DE SEPTIEMBRE, coincidiendo con la fecha prometida de “ entrega” del polémico y repudiado "tunel" o "paso deprimido", que la alcaldesa Angélica Araujo , desoyendo a los vecinos y despreciando las observaciones de los organismos profesionales y de urbanistas con prestigio nacional e internacional que se oponían, luego de una violenta represión contra la pacífica ciudadanía, envió , o al menos, permitió que se golpeara impune y brutalmente a jóvenes y mujeres que resistían el inicio de la obra, en la mal llamada “ glorieta de la Paz”.
El grupo en Facebook se llama: LOS QUE IREMOS A LA CADENA DE LAS GLORIETAS: y los avances en la organización mencionan que ya se ha dividido el total de la distancia entre el Remate de Paseo de Montejo y la Glorieta Gonzalo Guerrero, son 6 mil 84 metros, en 13 tramos, mismos que se presentan a su consideración (entre paréntesis, la longitud del tramo en metros):
TRAMO 1 (548), de la G. Gonzalo Guerrero a la calle 41 Benito Juárez
TRAMO 2 (443): de la calle 41 a la Av. Villas del Sol-Haciendas
TRAMO 3 (455): de la Av. Villas del Sol-Haciendas a la Av. Campestre
TRAMO 4 (271): de la Av. Campestre al final de Superama
TRAMO 5 (349): del final de Superama a la calle 1-H Campestre (antes MIKE\'s)
TRAMO 6 (523): de la calle 1-H a la calle 13 Campestre
TRAMO 7 (382): de la calle 13 a la calle 21 Campestre
TRAMO 8 (483): de la calle 21 Campestre a la Glorieta 4 de Julio
TRAMO 9 (458): de la Glorieta 4 de Julio a la calle 17 (Lib. Dante)
TRAMO 10 (554): de la calle 17 (lib. Dante) al Monumento a la Patria
TRAMO 11 (434): del Monumento a la Patria al Mon. Justo Sierra (Av. Colón)
TRAMO 12 (487): del M. a Justo Sierra (Av. Colón) al M. a Felipe Carrillo (calle 37)
TRAMO 13 (697): del M. a Felipe Carrillo (cale 37) al Remate del Paseo (calle 47)
Los organizadores están considerando un participante por metro, o lo que están planeando ser 6,084 personas y aunque la tarea luce titánica, ya lograron la presencia de más de 1, 600 personas en los terrenos de la Plancha, formando la palabra “ JUSTICIA”, por lo que es muy probable que logren esa nueva meta.
Por ello convocan a sumar el esfuerzo de ciudadanos y organizaciones y que se conformen equipos que coordinen el registro y la organización de cada tramo de esa enorme cadena cívica.
Tomado de Visión Peninsularlunes, 1 de agosto de 2011
Una tortuga en la punta de un poste….
A propósito del gobierno de Yucatán, un estimado colega me envió recientemente esta anécdota por internet. El símil es tan convincente que he querido reproducir el cuento aquí.
Un joven está paseando por la plaza de un pueblo y decide tomar un descanso. Se sienta en un banco... al lado hay un señor de más edad y, naturalmente, comienzan a conversar sobre el país, el gobierno y finalmente sobre los políticos.
El señor le dice al joven:
- "¿Sabe? -
LOS POLITICOS , SON COMO UNA TORTUGA EN UN POSTE."
Después de un breve lapso, el joven responde:
- "No comprendo bien la analogía... ¿Qué significa eso, señor?"
Entonces, el señor le explica:
"Si vas caminando por el campo y ves una tortuga arriba de un poste de alambrado haciendo equilibrio"
¿Qué se te ocurre?
Viendo la cara de incomprensión del joven, continúa con su explicación:
- Primero: No entenderás cómo llegó ahí.
- Segundo: No podrás creer que esté ahí.
- Tercero: Sabrás que no pudo haber subido ella sola.
- Cuarto: Estarás seguro que no debería estar ahí.
- Quinto: Serás consciente que no va a hacer nada útil mientras esté ahí.
"Entonces lo único sensato sería ayudarla a bajar."
EN LAS PRÓXIMAS ELECCIONES , HAGÁMOSLO MEJOR, TRATEMOS DE QUE NINGUNA TORTUGA VUELVA A SUBIR AL POSTE.
viernes, 22 de julio de 2011
Va pa' tras!
Va pa'tras
Por Denise Dresser
Grupo Reforma
Ciudad de México, México
Basta con ver la cara de los priistas en cualquier acto público. Basta con advertir las sonrisas
compartidas, los rostros complacidos, los abrazos entusiastas. Están felices y se les nota; están rebosantes y no lo pueden ni lo quieren ocultar. Saben que vienen de vuelta, saben que están de regreso, saben que encuesta tras encuesta los coloca en el primer lugar de las preferencias en las elecciones estatales y cada vez más cerca de recuperar el control del gobierno federal.
El PRI resurge, el PRI revive, el PRI resucita. Beneficiario del panismo incompetente y del perredismo auto-destructivo, el Revolucionario Institucional está a un paso de alcanzar el picaporte de Los Pinos tan sólo dos sexenios después de haber sido expulsado de allí.
Para muchos mexicanos esta posibilidad no es motivo de insomnio ni de preocupación. Hablan del retorno del PRI como si fuera un síntoma más de la normalidad democrática. Un indicio más de la alternancia aplaudible.
Un indicador positivo de la modernización que México ha alcanzado y que ya sería imposible revertir. "El país ya no es el mismo que el de 1988", advierten quienes no se sienten alarmados por la resurrección priista. "El PRI no podría gobernar de manera autoritaria como lo hizo alguna vez", sugieren quienes celebran los logros de la consolidación democrática. "Los priistas se verían obligados a instrumentar las reformas que hasta ahora han rechazado", auguran los oráculos del optimismo. Y ojalá tuvieran razón las voces de aquellos a quienes no les quita el sueño la posibilidad de Enrique Peña Nieto en Los Pinos, Manlio Fabio Beltrones en la Secretaría de Gobernación, Beatriz Paredes en cualquier puesto del gabinete, y Emilio Gamboa en la presidencia del PRI.
Ojalá fuera cierto que una nueva era de presidencias priistas sería señal de alternancia saludable y no de regresión lamentable. Ojalá fuera verdad que tanto el país como el PRI han cambiado lo suficiente como para prevenir el resurgimiento de las peores prácticas del pasado. Pero cualquier análisis del priismo actual contradice ese pronóstico, basado más en lo que sus proponentes quisieran ver que en la realidad circundante. Como lo escribe el columnista Tom Friedman en The New York Times, en México hoy coexisten tres grupos:
"Los Narcos, los No's y los NAFTA's": los capos, los beneficiarios del statu quo y los grupos sociales que anhelan el progreso y la modernización. Y hoy el PRI es, por definición, "El Partido del No". El que se opone a las reformas necesarias por los intereses rentistas que protege; el que rechaza las candidaturas ciudadanas por la rotación de élites que defiende; el que rehúye la modernización sindical por los "derechos adquiridos" que consagró; el que no quiere tocar a los monopolios porque fue responsable de su construcción. El PRI y sus bases son los "No's" porque constituyen la principal oposición a cualquier cambio que entrañaría abrir, privatizar, sacudir, confrontar, airear o remodelar el sistema que los priistas concibieron y del cual viven.
A quien no crea que esto es así, le sugiero que lea los discursos atávicos de Beatriz Paredes, que examine la oposición pueril de Enrique Peña Nieto a la reelección, que reflexione sobre los intereses cuestionables de Manlio Fabio Beltrones, que estudie los negocios multimillonarios de Emilio Gamboa, nuevo dirigente de la CNOP y próximo presidente del partido. Allí está el PRI clientelar, el PRI corporativo, el PRI corrupto, el PRI que realmente no cree en la participación ciudadana o en los contrapesos o en la rendición de cuentas o en la apertura de la vida sindical al escrutinio público. Si la biografía es micro-historia, entonces se vuelve indispensable desmenuzar la de Emilio Gamboa ya que su selección reciente para una de las posiciones más importantes del priismo revela mucho sobre el ideario, los principios y el modus operandi de la organización.
Emilio Gamboa, descrito en el libro coordinado por Jorge Zepeda Patterson, Los intocables, como el broker emblemático de la política mexicana; el intermediario entre el dinero y el poder político. Vinculado al Pemexgate, al quebranto patrimonial en Fonatur, al crimen organizado vía su relación con Marcela Bodenstedt y el Cártel del Golfo, a las redes de pederastia, al tráfico de influencias. De nuevo en la punta del poder dentro de su propio partido.
Ése es el PRI del 2010, y si no lo fuera, su dirigencia ya habría denunciado a Emilio Gamboa junto a tantos que se le parecen. Pero no es así. El PRI nuevo milenio y el que se apresta a gobernar a la República sigue siendo un club transexenal de corruptos acusados y corruptos exonerados; de cotos construidos sobre la intersección de la política y los negocios; de redes tejidas sobre el constante intercambio de favores y posiciones, negociadas a oscuras. En una conversación telefónica grabada y ampliamente diseminada -que a pesar de ello no ha hecho mella en su carrera política- Emilio Gamboa le dice a Kamel Nacif: "va p'a tras". Y ése es el mismo mensaje que el PRI envía sobre el país bajo su mando.
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Si te gustan y si estas de acuerdo con mis planteamientos, te agradecería que los reenviaras a tus amigos, parientes y contactos, en el entendido de que trato de hacer conciencia y ciudadanos críticos y participativos. México lo hacemos todos los días ¡todos!
¡Gracias!
'Va pa' tras'
Por Denise Dresser
Grupo Reforma
lunes, 4 de julio de 2011
La Mérida de la paz…. ¡¡¡Miente la autoridad!!!
David Sosa Solís es un ciudadano honesto y responsable. Es arquitecto por la Universidad Autónoma de Yucatán, con una maestría en urbanismo por la Universidad Politécnica de Cataluña, España. Miembro activo del Colegio de Arquitectos de Yucatán. Casado, con un hijo de un año.
David cree en México y adora a Yucatán. Jamás ha pertenecido a partido político alguno. Vive de y para su profesión. Es un fanático del urbanismo y participa intensamente en cuanto foro se abre para la discusión de las soluciones urbanísticas de la ciudad que le vio nacer. Acaba de ganar un premio en un concurso internacional de su materia.
Este 4 de julio por poco le cambia la vida para siempre. A él y a su familia. En la mañana temprano debía salir hacia el estado de Puebla para atender asuntos relativos a su profesión. Camino al aeropuerto se enteró que por causas de fuerza mayor, la cita principal que tenía en la Angelópolis se había cancelado. Regresó a su casa a desempacar su maletín. Sin agenda de trabajo para el resto del día decidió visitar a su madre, vecina de la Prolongación de Paseo Montejo y afectada por tanto por las obras de construcción de un paso a desnivel anunciadas por el Ayuntamiento meridense.
Estando ahí, con su esposa, quisieron ambos pasar a ver y a sumar su firma al listado de opositores a la obra en cuestión. Se estaban inscribiendo muchos en un padrón de vecinos que no quieren que se construya la vía. Y para allá se fueron caminando los cuantos metros que los separaban de la “Glorieta de la Paz’’ como algunos la han denominado recientemente.
Ya en el lugar, conversaban con los participantes en la manifestación opositora (habría un centenar de ellos) cuando vieron llegar al lugar a un auténtico regimiento de golpeadores armados con tubos de aluminio, caminando con paso acelerado en formación militar, hacia el lugar donde estaban reunidos. Habían bajado todos juntos de un vehículo como los de la policía que había quedado atrás a la altura de un conocido lavadero de automóviles cercano al lugar.
Cuando David los vio presintió lo que vendría y le dijo a su esposa: “¡Vámonos, esto se va a poner caliente! ¡Adelántate tú, yo te sigo, voy a avisarle a fulanito que ya nos vamos!”
Después de eso, me relata su mujer, todo pasó muy rápido. Después de avisar a su amigo, ya de retirada, observó como una mujer estaba siendo violentada por los recién llegados montoneros. David no se contuvo. Protestó e intervino. Joven al fin, fuerte y valiente. En cuanto quiso separar a uno de los agresores de la señora que estaba siendo “jalada por los pelos” y pateada por los envalentonados porros, sintió un golpe en las piernas por atrás que lo dobló, cayendo al piso.
A partir de ahí ya no supo de lo duro, sino sólo de lo tupido. Llegó otro agresor por delante y le reventó un tubo en la cara que le hizo perder el sentido. No supo más hasta que volvió a oír gritos de: “¡Lo van matar, lo van a matar!”. Lo estaban tundiendo. En ese punto otros asistentes comenzaron a jalarlo hacia afuera, diciéndole ¡¡vete, vete!! Salió como pudo.
Un tío, médico, le dio los primeros auxilios. Lo condujeron a la clínica donde le dijeron que tendrían que intervenirlo. Él, ya revivido seguramente por su propia histamina y alentado por su juventud y su ingenuidad, dijo, primero levantaré un acta en el ministerio público. Y hacia allá partieron él y su esposa. Cinco horas después, al terminar de declarar, se fueron al hospital donde lo intervinieron.
En el momento de escribir esta nota David permanece en la clínica con el pronóstico aun reservado. Su esposa está con él y su hijo, Marcelo, no sabe lo que le ha ocurrido a su papá. No puede saber todavía, está muy chico. La Alcaldesa de Mérida acaba de declarar a la prensa local y nacional, demostrando su enorme capacidad para mentir: “¡no hubo heridos!. Es un simple pleito de priistas contra panistas. Los priistas a favor de una obra pública, los panistas en contra de la misma. ¡Mandamos a la fuerza pública para que aplacara los ánimos!”
Los medios de comunicación han empezado a repetir la mentira una y mil veces…. para volverla verdad.
Y yo, que soy de otra generación y que me curtí en el México del 68, no puedo dejar de pensar: Caray, caray….. mi México a la vieja usanza. Sí, a la vieja usanza.
Levanto mi voz solidariamente, con indignación y profundo sentimiento de impotencia, por David y las otras víctimas de esta infamia.
¡Miserables, malditos miserables!
RMM
6 de julio, 2011
miércoles, 27 de abril de 2011
¿Quién perdió a México?
Transcribo editorial de Moisés Naím publicado por el periodico El País, de España, hace unos días. Me parece que dice verdad.
Antes: México era percibido como el país latinoamericano con más probabilidades de llegar a ser un país desarrollado. Ahora: es percibido, si no como un Estado fallido, sí ciertamente como una nación en la que vastas regiones e importantes instituciones están controladas por algunos de los criminales más poderosos y crueles del planeta. ¿Qué pasó? La respuesta no concierne solamente a los mexicanos. Estados Unidos y Europa, por ser grandes consumidores de drogas, también están tocados por lo que sucede en México, al igual que el resto de América Latina.
Una respuesta frecuente es que la actual tragedia mexicana es el resultado de décadas de tolerancia frente a los narcotraficantes. Hubo un pacto tácito de no agresión que políticos, gobernantes, medios de comunicación y líderes empresariales mantuvieron con los carteles. Otros argumentan que esto es culpa del presidente Felipe Calderón, quien, sin un plan claro, le declaró la guerra a los narcotraficantes, rompiendo así el equilibrio que mantuvo al país en relativa calma durante años. Otra explicación es que la enfermedad de México es importada: "Son los gringos. Estados Unidos importa la droga, nos genera criminales riquísimos y nos exporta libremente las ametralladoras que nos están matando", me dijo un amigo mexicano. La mala situación económica también es señalada como causa. Es un problema de valores, dicen otros. El presidente Felipe Calderón, por ejemplo, declaró hace poco que hay que seguir combatiendo a los criminales y fortalecer las instituciones, pero insistió en que lo más importante es reconstruir los valores de la sociedad. "Les cuento algo que hace reflexionar", dijo el presidente. "Capturamos un criminal que tiene 19 años de edad y llegó a declarar que él ha asesinado a más de 200 personas".
¿Quién tiene razón? Todos. No hay duda de que, durante décadas, los dirigentes mexicanos sucumbieron a la tentación de creer que su país era tan solo un "lugar de tránsito" entre los productores andinos y los consumidores estadounidenses. La ilusión enmascara el hecho de que los criminales a cargo del "tránsito" se hacen ricos y poderosos e inevitablemente terminan por controlar a políticos, jueces, generales, gobernadores, alcaldes, policías, medios de comunicación y hasta bancos. Además, en todos los países "de tránsito" parte del inventario es consumido localmente y parte de las importaciones es sustituida por producción local. También es cierto que el presidente Calderón "alborotó el avispero" y, al atacar a los carteles, desencadenó esta terrible guerra. Pero igual de cierto es que, de no haberlo hecho, el secuestro del Estado mexicano por parte de los criminales hubiese sido completo. Los feroces críticos del presidente no parecen darle mucha importancia a la urgente necesidad de contener la criminalización del Estado. Según ellos, el precio que ha pagado el país ha sido demasiado alto y los éxitos de Calderón en recuperar las instituciones públicas tomadas por los criminales son limitados y serán, en todo caso, efímeros.
Lamentablemente, muchos mexicanos, espantados por los horrores cotidianos y seducidos por las promesas de un regreso a la calma "si se negocia con los carteles", han abandonado a su presidente. Así, una guerra que ha debido, y debe ser, de toda la sociedad decente se ha convertido en "la guerra de Calderón". Y Calderón no la puede ganar solo. Rescatar para la decencia espacios que ahora están en manos criminales requiere de tiempo, sacrificios y el concurso de todos -políticos y líderes sociales, periodistas y militares, sindicalistas y empresarios, amas de casa y universitarios-. Esta no es la guerra de Calderón; debe ser la guerra de todo México. Pero los mexicanos están agobiados por décadas de frustración económica, expectativas de progreso que no se cumplen y políticos y políticas mediocres. Las estadísticas de asesinatos ocupan, con razón, los titulares.
Hay otros datos sobre México que también son sorprendentes: en el 94% de los municipios del país no hay librerías y el índice de lectores de libros es uno de los más bajos de América Latina. Según la Universidad Johns Hopkins, México tiene uno de los porcentajes más bajos del mundo de población activa ocupada en organizaciones civiles (0,04% en México; más del 2% en Perú y Colombia). Traigo a colación estos datos solo para sugerir que el problema de México y su guerra tiene múltiples ramificaciones que van desde la política de Estados Unidos sobre drogas o venta de armas hasta el consumo de libros o la precariedad de su sociedad civil organizada.
Para todo esto no hay soluciones simples, rápidas y que quepan en un párrafo. Pero la ineludible realidad es que el problema no es del presidente de turno. Es del país.
mnaim@elpais.es
viernes, 8 de abril de 2011
¡Ya basta!
El poeta Sicilia, en Cuernavaca. A su derecha, Óscar Menéndez. (Foto de El Universal)
¿Cuántos Sicilias necesitamos, cuántos Martís, para detener esta situación demencial? ¿Cuántos poetas, cuántos comerciantes, cuánta gente buena? ¿Cuántos hijos nuestros, abatidos por balas disparadas por manos siempre ignotas, son requeridos? ¿Cuántos gobiernos ineptos, cuántos ejércitos, cuántos políticos? ¿Cuánto tiempo, señor de la eternidad, cuánto...?
¡YA BASTA CABRONES!